La de Emérito es la típica historia del oyente que termina siendo colaborador; sólo que no es típica. En realidad él no aspiraba a ser colaborador, pero interactuaba en las redes sociales. Siempre me daba recomendaciones musicales, las argumentaba y se veía que disfrutaba con ello.
Al principio sólo hacía los guiones del santoral, refranero, día internacional, efeméride histórica y tres efemérides musicales. Por entonces me di cuenta de dos cosas; la primera que disfrutaba menos que él de todo aquello. Y la segunda, que muchas veces casi no hacía una lectura previa y me metía en unos embolados... Ahora todos salimos ganando. Emérito lo vive, los demás disfrutamos de su buen humor y hay menos nombre noruegos (que se habían convertido en una pesadilla para mí, que si Güntersson por aquí, que si Helge por allá). |